La materia orgánica del suelo

La producción agrícola y más concretamente el tipo de modelo productivo, está estrechamente relacionada con la salud de los suelos y uno de los mejores indicadores para conocerla, es el contenido de materia orgánica. La materia orgánica de los suelos (MOS) formada en su mayoría de carbono, mejora la resistencia de los suelos a la erosión, incrementa la capacidad de retención de agua, mejora y permite albergar una mayor biodiversidad (Doran and Parkin, 1994; Larson and Pierce, 1994; Blum, 2005)

La MOS se compone de aproximadamente el 58% de carbono (Pribyl, 2010), que corresponde al carbono orgánico del suelo (COS) y está muy influenciada por la actividad microbiana y su accesibilidad a restos orgánicos, las condiciones ambientales y las prácticas de manejo. Es una mezcla de sustancias orgánicas en diferentes estados de descomposición formada por restos de vegetales y biomasa de macrofauna y microbiana (Totsche et al., 2010) y materiales de menos de 2 mm de tamaño. Aporta su distintivo color negro y su renovación tiene una gran importancia en el funcionamiento del ecosistema del suelo. La descomposición de MOS libera nutrientes minerales, lo cual los hace disponibles para el crecimiento de las plantas (Van der Wal & De Boer, 2017), contribuyendo a un mejor crecimiento de las plantas y una mayor productividad.

Algunas prácticas como la eliminación de la vegetación perenne, la pérdida de diversidad vegetal a favor de monocultivos, el suelo desnudo, la quema de rastrojos, el sobrepastoreo, la labranza, la falta de oxigenación, el uso de fertilizantes de síntesis y pesticidas, disminuyen los contenidos de MOS (Bot & Benites, 2005). Frente a las técnicas y manejos convencionales de agricultura, ganadería y silvicultura que degradan suelo por la pérdida de MOS, la gestión sostenible de la tierra y los suelos por medio de prácticas sostenibles capaces de incrementar COS, ofrecen un gran potencial de mejora en la adaptación y la mitigación al cambio climático (Smith et al., 2014). Si las prácticas agrícolas son las adecuadas, el suelo puede secuestrar carbono durante largos períodos de tiempo (Post & Kwon, 2000), pudiéndose convertir en herramientas eficaces en la restauración de suelos degradados, la lucha contra la desertización y la mejora de la resiliencia de los agroecosistemas ante los choques ambientales (Banwart et al., 2015) y, por tanto, en la lucha contra el cambio climático.

Una respuesta a “La materia orgánica del suelo”

  1. Reblogueó esto en La Veleta Sostenibley comentado:
    Con permiso del autor y compartiendo sus ideas para mejorar nuestro suelo. Gracias y a aplicarlo tod@s!

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